
El verano ha sido intenso y seguro que has disfrutado enormemente de tu césped: juegos, meriendas, momentos de relax… Ahora que termina el calor y empiezan temperaturas más templadas e incluso noches de fresco, es momento de devolverle el favor al césped y darle un poco de aire.
Los restos de hierba fruto del corte, las malas hierbas, el musgo y humus de zonas más sombrías, a la larga crean una capa sobre el suelo que va impidiendo que el aire llegue a la tierra y va asfixiando poco a poco el césped. Escarificar es sinónimo de ventilar, dar aire. ¿Cómo? Muy sencillo, retirando esta capa que tanto perjudica nuestro suelo. El césped se corta de forma vertical, gracias a esto el aire, el agua y los nutrientes llegan fácilmente hasta las raíces.
Los meses más adecuados para escarificar son marzo, antes de la llegada de la primavera, y septiembre, poco antes del otoño. No es una tarea pesada y tu césped agradecerá el gesto, tanto que poco después de escarificar notarás un césped más verde, más brillante.
¿Tienes algún comentario?